domingo, 27 de mayo de 2007

PROGRAMAS DE ANIMACIÓN TURÍSTICA

Programas de animación turística

6.1. Definición de programas de animación turística

Se entiende por programa de animación turística la serie de actividades que el departamento
de animación prevé ofertar a los residentes del establecimiento turístico durante su
tiempo de vacaciones. Esta relación de actividades se da a conocer a los residentes del establecimiento
de una forma estructurada y organizada por días y horas, normalmente en ruedas
de una semana de duración. Es el resultado de un estudio previo, por lo que es absolutamente
imprescindible confeccionar el proceso mencionado antes de realizar la primera
actividad. Este análisis, y su posterior diagnóstico, pueden llegar a ser procesos largos en función
del tipo de establecimiento en el que se vaya a trabajar. En empresas de grandes dimensiones,
se espera una mayor complejidad de realización y, por tanto, es seguro que implicará
una mayor necesidad de tiempo para confeccionar el plan de trabajo.
El programa es una de las partes que se integran en un documento mucho más amplio
denominado proyecto de animación turística, en el cual, además de esta relación de actividades
previstas, cabe destacar otros elementos, como por ejemplo un sistema de control
de actividades y un sistema de evaluación de las mismas, de los cuales se hablará más
adelante.
La forma más utilizada y más simple de un programa de animación es un cuadrante
donde en la parte superior se suelen colocar los días de la semana, normalmente de lunes
a domingo, y en la parte izquierda, empezando por del cuadrante superior se sitúan las
horas del día en orden descendente. Las horas situadas a la izquierda del cuadrante indican el inicio de la actividad. No se aconseja indicar la hora de finalización, ya que, por una parte, se considera que es una información de orden interno, es decir, exclusiva del departamento, y por otra para evitar que una vez
iniciada la actividad el animador pueda no admitir a más participantes activos, sobre todo
en el caso de actividades que requieren una especial complejidad de organización, o de
distribución de material. No se quiere decir con esto que el animador tenga que ser intransigente,
al contrario, siempre ha de mostrar flexibilidad; la razón de no poner la hora de
finalización responde a cuestiones de ritmo y de logística. Lo que sí se tiene que evitar a
toda costa es el reiniciar continuamente una actividad para acoger un nuevo participante,
ya que hay actividades que no lo permiten, y ni que decir tiene que siempre que se pueda
incorporar una persona se hará, por supuesto.
La estructuración del esquema es tan simple que permite ser leído y comprendido por
la totalidad de los destinatarios. Para facilitar su comprensión el animador tendrá que traducir
algunas palabras en los idiomas que correspondan a las nacionalidades de los residentes
del establecimiento. Estas palabras son los días de la semana y las actividades que comprenda.
El hecho de que se plantee como una rueda cíclica no quiere decir que se hagan siempre
las mismas cosas, en ese caso la monotonía puede ser el "principio del fin", puesto
que representa el principal enemigo del animador. El aspecto cíclico se da, pero no será
necesario que las actividades se repitan. Se pueden programar, por ejemplo, unos juegos
de mesa cada lunes a las 16.30, y no repetir ninguno en toda la temporada, esto muestra
la importancia que tiene la terminología que se utilice para definir las actividades del programa,
es decir, que el nombre que se dé a las actividades ha de tener una amplitud considerable,
con el objetivo de dejar un amplio margen de acción al animador, y poder así
variar cada semana de actividad sin necesidad de repetir ninguna de ellas.

FIGURA 6.1. Plantilla para un cuadrante de programa de animación turística.


Continuando con la definición, y para centrar aún más la idea y el concepto de programa,
se citan seis características que definen perfectamente lo que es y cómo ha de ser
ese programa en el ámbito turístico (figura 6.2):

1. Tiene que ser equilibrado, en cuanto a ritmo y actividades se refiere, esto es, que
contemple una gran variedad de actividades, evitando que sean todas lúdicas, o
culturales o deportivas, sino que contenga alguna de los tres grupos, para que cada
persona pueda encontrar en un momento u otro una actividad que le motive y que
le apetezca realizar porque se adapta a sus posibilidades y a sus expectativas. El
equilibrio también se refiere a edades, por lo que si hay personas mayores o niños,
se tienen que programar algunas actividades dirigidas a ellos y que fuesen diferentes
a las de otros colectivos, en caso necesario.

2. Ha de ser variado, puesto que el público al que va dirigido también lo es. Por tanto
el animador tendrá que prever la adecuación de las actividades a las tipologías
que frecuentan el establecimiento, teniendo en cuenta además que habrá personas
a las que les interesen más los deportes que a otras, mientras que a otras les
resultarán más atractivas las culturales, etc.

3. Se tendrá que extender a lo largo de toda la jornada. En ningún caso se podrá hablar
de programa de animación si la oferta se basa en un par de actividades diarias. En
la definición ya se habló de la necesidad de la continuidad para la consecución de
los objetivos; por tanto, si no se programan actividades para la mañana, para la tarde
y para la noche, difícilmente se podrá hablar de proyecto de animación turística.

4. Debe ser sugerente, es decir, que motive por sí mismo. Las actividades han de ser
lo más adecuadas posible a los turistas residentes, por lo que es el momento de
volver a subrayar la importancia que tiene el conocer las pautas de comportamiento
frente a las propuestas, y su capacidad de reacción frente a ellas, con objeto de pre~
ver unas actividades que realmente sean seductoras, que escapen al máximo del
estereotipo.

1) Equilibrado
2) Variado
3) Extenso
4) Sugerente
5) Flexible
6) Respetuoso

FIGURA 6.2. Características definitorias de los programas de animación turística.

5. No puede ser rígido, aunque ya haya sido aprobado de forma oficial y definitiva
por los responsables superiores de la empresa. Una vez que se ha puesto en marcha
un programa, se tendrá que revisar si cumple los objetivos fijados y en qué grado
se están consiguiendo; en caso de que una actividad o varias no los cumplieran
se tendrían que revisar, analizarlas profundamente para detectar el margen de
error que hay, rectificarlas o, si fuese necesario, sustituirlas por otras que puedan
conseguir un mejor resultado; por tanto, la flexibilidad en la animación turística
ha de estar presente hasta el punto de "retocar" las propuestas.

6. Tiene que ser respetuoso. Ante todo, no sólo el programa de animación, sino también
los animadores, han de respetar la libertad de decisión de los destinatarios,
nunca se obligará a nadie a realizar una actividad que no ha decidido con total
libertad. La obligación del animador es motivar, y en ningún caso obligar.

Además de las seis características que ha de cumplir todo programa de animación
turística, se aconseja que también tenga algunos elementos de reserva. El objetivo de estos
elementos de reserva es el de poder solucionar posibles imprevistos de última hora, sean
éstos por cuestiones meteorológicas, logísticas o de cualquier otro tipo. Como ejemplos
pueden servir el tener preparado un quizz musical que sea asequible a cualquier tipo de
público, un espectáculo sorpresa en el que actúen los animadores, una elección simple,
una conferencia sobre la cultura local o, incluso, hasta una película.
La cantidad, la calidad y la complejidad de los elementos de reserva vendrá dada,
generalmente, por la magnitud del establecimiento, por la política empresarial que se aplique
en él, y como consecuencia de ella, por el presupuesto que se le haya otorgado al
departamento de animación.

6.1.1. Tipos de programas

La tipología de programas en animación turística presenta la misma problemática a
la que ya se hizo referencia en el capítulo en anterior cuando se habló de las actividades. Son múltiples las definiciones tipológicas que se pueden dar; así, es frecuente el tener noticias
u oír hablar de diversos tipos de programas como, por ejemplo, programas de animación
cultural, de animación deportiva, de animación de tercera edad, de animación de
cruceros, o de animación de montaña. Los criterios para adjudicar esta terminología tipográfica
pueden ser bastante variados, sin embargo, los que se proponen aquí van a ser cinco,
que serán los que servirán de base para nuestra división, tal y como se muestra en el
esquema de la figura 6.3.


El primer criterio, que da origen al primer grupo, se fundamenta en los contenidos de
las actividades que incluyen los programas, el segundo se basa en el tipo de establecimiento
de alojamiento en el que se aplique el programa, el tercero en la localización, es
decir, en la situación geográfica concreta en donde esté situada la empresa, el cuarto dependerá-
de los destinatarios de las actividades y, por último, el quinto se basa en la capacidad
máxima de acogida del establecimiento.
De las cinco tipologías, las cuatro primeras son las utilizadas de forma más habitual,
sin embargo la que se puede considerar más efectiva, desde el punto de vista del animador
turístico, es la última, ya que incluiría a las demás. Es la tipología por capacidad por
la que se apuesta en esta obra; ya que presenta una división bastante más funcional y efectiva
que las demás, siempre desde el punto de vista del profesional de la animación, puesto
que es la que más puede ayudar a estructurar y a organizar el trabajo.

1. Por contenidos
v Cultural
v Lúdico
v Deportivo

2. Según empresa
v d) Hotel
v e) Camping
v f) Balneario
v g) Crucero
v h) Resort

3 Localización
v Costa
v j) Montaña
v k) Ciudad
v 1)Rural

4. Destinatarios
v m) Infantil
v n) Juniors
v ñ) Adultos
v o) 3ªEdad

5. Capacidad
v p) Simple
v q) Paralelo

FIGURA 6.3. Tipologías de programas de animación turística.

La de capacidad es la división tipológica que aquí se propone, y que se basa en la magnitud
de las empresas y en su capacidad de alojamiento. La razón de este planteamiento
no es otra que la derivada de un punto de vista funcional en el momento de programar.
Para un animador turístico, el primer determinante será justamente la capacidad de acogida
de que disponga un establecimiento turístico en concreto, y de ello dependerá que
se decida a crear un solo programa variado, o por el contrario se decante por planificar
varios programas paralelos y con contenidos bien diversificados.
Para una mejor comprensión del esquema, se comenta a continuación cada uno de los
grupos tipológicos y se profundiza en cada una de las definiciones de los tipos.

1. Por contenidos. Según el tipo de actividades que configuren el programa, éste podrá
ser cultural, lúdico o de entretenimiento, o deportivo. Esta tipología de programa
es más bien propia de un macro espacio, donde generalmente se oferta otro tipo
de actividades en paralelo; de hecho, pocos son los establecimientos que proponen
un solo tipo de actividades si lo que ofertan es un único programa, lo habitual
en estos casos es que sea variado y, en casos remotos, más o menos excepcionales,
algún establecimiento puede llegar a ofertar un programa monotemático, normalmente
cuando su producto general también lo sea.

2. Según la empresa. Además de las cinco tipologías de establecimientos que se apuntan,
se podría añadir alguna más, aunque sería poco utilizada por profesionales de
la animación turística, razón por la que se ha optado por obviarlas.

3. Según la localización del establecimiento. Se refiere al medio geográfico en el que
se encuentra el establecimiento. En este caso, las opciones son más reducidas y
bastante más claras, señalando la diferencia entre el medio rural y el medio de
montaña, donde el rural incluye los establecimientos que no se dedican a explotar
los recursos que ofrecen las montañas, sino que sus objetivos serían más amplios,
y su enclave desvinculado de ellas.

4. Con base en los destinatarios. Las cuatro diferenciaciones son las más corrientes
en la animación turística. En caso de tratarse de otros tipos de animación, es posible
que se pudiera ampliar la tipología en este grupo, pero ya se hizo referencia en
el capítulo 2 al porqué no se contempla aquí una mayor amplitud de colectivos.
Así que la distinción se basa en las franjas de edades, teniendo como resultado los
programas infantiles, los juniors o de adolescentes, los de adultos, y los seniors o
de tercera edad.
Puede darse que, en algunos establecimientos, a estas divisiones se le apliquen
subdivisiones, como en el caso de los programas infantiles de determinadas empresas,
que pueden llegar a estar segmentados en dos, tres o cuatro franjas de edades,
y cada una de ellas con sus correspondientes programas de actividades. El resultado
es una mayor adecuación a los colectivos con los que se trabaja.

5. Por la capacidad. Se propuso más arriba que es la segmentación que más interesa
al animador. Se contemplan dos posibilidades: una es el programa simple, es decir,
que se trata de una rueda semanal de actividades, y los programas paralelos, propios
de establecimientos de grandes dimensiones, con muchas instalaciones y un
gran número de residentes.
Tratándose de una empresa pequeña o mediana-pequeña, con toda seguridad
la propuesta consistirá en un único programa, es el programa simple, donde las
actividades tendrán que ser lo más variadas posible y, evidentemente, también lo
más extensas posible (en cuanto al número de actividades se refiere), siempre den-
tro de un margen aceptable que no sobrecargue al equipo humano del departamento.
En el supuesto de que se trate de un establecimiento de magnitudes considerables,
con mucha más capacidad de alojamiento, y del que, lógicamente, se
espera que cuente con más instalaciones de infraestructura, el animador podrá
empezar a pensar en programas paralelos.
El ejemplo más usual, y el primero que aparece en la programación paralela
es el mini club, que es el programa de actividades dirigidas exclusivamente a niños,
y en el que se atienden exclusivamente las necesidades de los más pequeños, dejando
así un mayor margen de libertad para que los adultos (que con mucha frecuencia
son los padres de los niños que participan en las actividades del mini club) puedan
dedicarse a realizar cualquier otro tipo de actividades sin necesidad de estar pendientes
de los niños.

6.1.2. El día de cambio como articulador del programa


Se considera que el programa base para edificar una metodología correcta es uno del
tipo de los simples, razón por la cual se afrontará ésta, obviando el paralelo, ya que consiste
en crear varias simples que sean aplicables simultáneamente.
Uno de los conceptos clave para iniciar el proceso de creación de un programa es el
día de cambio. .
El día de cambio se identifica como el día de la semana que más turistas entran y salen
en un establecimiento turístico de alojamiento. Sin embargo, este concepto constituye
para el animador turístico el eje que articula y vertebra el programa de actividades; por
tanto, una vez confeccionada ya la parrilla de los días y las obras (figura 6.1), y listos para
empezar a distribuir las actividades, se hará imprescindible decidir y marcar cuál va a ser
el punto inicial del programa o, lo que es lo mismo, el día de cambio.
En principio, en un establecimiento turístico, todos los días son días de cambio, puesto
que entran y salen turistas cada día, pero aun así se puede detectar que hay días en los
que esas entradas y salidas son mayores. Es posible que, un establecimiento turístico que
se nutra de clientes que le proporcionan aisladamente las agencias de viaje, el resultado
será que los turistas acudan al establecimiento por medios propios; entonces será más difícil
determinar un día de cambio concreto, pero este caso no es el más frecuente, lo que se
da con más frecuencia es que las agencias de viajes mayoristas incluyan el transporte en
el paquete turístico que han puesto a la venta, entonces, y con toda seguridad, ese hecho
se va a traducir en un gran día de cambio semanal. Si el touroperador es extranjero prácticamente
se puede dar esta situación como un hecho; con toda seguridad la llegada al
destino se hará a través de un vuelo chárter, o con flotas de autocares (caso muy frecuente
en toda la costa norte del territorio nacional español). Pero también, y cada vez con más
frecuencia, los touroperadores españoles están aplicando el sistema de vuelos chárter para
el traslado de sus clientes a los destinos, cambiando así la tendencia que existía hasta el
momento, y dando lugar también a días de cambio de turistas nacionales.
Estas agencias mayoristas intentarán explotar al máximo sus recursos, por lo que es
de esperar que el avión, o el autocar que lleva a los pasajeros hasta su destino, vuelva a
la ciudad de origen con los turistas que ya han acabado sus vacaciones, optimizando así
al máximo los medios del transporte. Traduciendo esta maniobra en hechos se tendrá
como resultado el día de cambio en todos los establecimientos donde se alojen, o se hayan
alojado (dependiendo de si entran o salen) durante sus vacaciones.

Para el establecimiento turístico, el día de cambio va a ser una jornada de mucho tránsito
de personas; por ello se ha de tener en cuenta que los turistas que se van de regreso a
sus hogares, y que dejan las habitaciones a las diez de la mañana (en el caso de un hotel),
se unen al grupo de los recién llegados, pudiendo llegar a coincidir durante horas en el
establecimiento, sin tener a su disposición una habitación, ni los que salen, puesto que las
han de dejar libres como máximo a las diez, ni los que llegan porque tienen que esperar,
en el caso de haber llegado antes de las diez, a que se limpien y se preparen para ser ocupadas.
Éstos son hechos muy frecuentes en establecimientos turísticos vacacionales, creándose
con frecuencia auténticas masas de personas deambulando y haciendo tiempo por el
establecimiento. Ésta podría ser la escena del día de cambio en un establecimiento vacacional
turístico de alojamiento.
Puede ocurrir también que se detecten dos grandes días de cambio en el mismo establecimiento,
no es raro, y se da cuando dos de los más grandes mayoristas que operan con
la empresa tengan establecidos días diferentes para la llegada de sus clientes. En este caso,
se tendrá que elegir cuál de los dos días se va a declarar como día "oficial" de cambio, ya
que, según se verá más adelante, resulta complicado articular un programa simple basándose
en dos días de cambio.
Una vez decidido cuál será el día de cambio se pasará a marcarlo en el cuadrante de actividades
que se ha preparado. Supuestamente se ha decidido que el día de
cambio va a ser el miércoles, en el cuadrante, y a modo de borrador, se fijarán los días de la
semana del 1 a17, empezando por el miércoles, que se marcará como el día 1, como se ha
hecho en la figura 6.4.Una de las normas básicas que se propone para todo el equipo de animadores
turísticos es no tomar el día 1 como día de fiesta, es decir, como día libre. Se trata
de un día de máxima importancia para las relaciones humanas que se pretenden crear con las
nuevas llegadas, pero también lo es para las relaciones que se han creado con las personas
que se van, a las que ni a nivel personal ni a nivel profesional se puede abandonar el último
día; será imprescindible que alguno de los animadores esté presente en el momento de la llegada,
de la misma manera que tendrá que estarlo para despedir a los que regresen a casa.
Aplicando los mismos criterios éticos y profesionales, y siendo igualmente coherentes
con estos razonamientos, tampoco será posible plantearse como días festivos para ningún
miembro del staff del departamento de animación el día 7 ni tampoco el día 2, es decir,
ni antes ni después del día de cambio. Los días ideales para distribuir las fiestas semanales
se fijarán desde el día 3 hasta el 6, ambos incluidos.
Otra de las razones por las que es importante el día de cambio reside en las actividades
nocturnas, que constituyen el primer paso para la creación del programa. Resulta más
fácil y coherente empezar a colocar las actividades a partir de las noches; así, la primera,
noche 1, tendrá que cumplir un doble objetivo de dar la bienvenida a los recién llegados
y presentar la dinámica creada en el establecimiento, a partir de la participación de
los residentes que ya hace algunos días que se encuentran en el establecimiento.
Es una noche para fomentar la comunicación entre los dos grupos, la noche de la bienvenida,
aunque será una bienvenida discreta, en la cual el contenido y las acciones previstas
han de llevar a la creación de un ambiente relajado que minimice al máximo las tensiones
propias del recién llegado.

6.1.3. Las franjas horarias

Las franjas horarias en un programa de animación simple son tres básicamente (figura
6.5); la primera de ellas es la franja de las actividades realizadas desde el inicio del día
hasta la parada para el almuerzo. Esta franja de mañana se inicia entre las nueve y las
diez, dependiendo del tipo de establecimiento en el que se aplique el programa. Si el establecimiento
ofrece el desayuno dentro de la pensión alimenticia, entonces la primera actividad
tendrá que coincidir con el final del horario del restaurante; es decir, que si el establecimiento
sirve desayunos de ocho a diez de la mañana, el inicio de la primera actividad
tendría que fijarse para las diez, con el objetivo de que esté al alcance de cualquier persona
sin necesidad de que realice un esfuerzo extra, ni reduzca horas de sueño; además,
así se contribuye a que el horario del restaurante sea más fluido y no se alargue innecesariamente.
Hay establecimientos turísticos que no incluyen pensiones alimenticias; el ejemplo
más claro lo constituyen los campings; en este caso son los mismos residentes los que,
generalmente, se preocupan y se preparan su desayuno; además, la vida activa de los turistas
suele empezar bastante más temprano que en el resto de empresas; en consecuencia,
la hora de inicio de las actividades del programa también tendría que ser diferente, y en
lugar de las diez se puede programar desde las nueve de la mañana o antes.
La segunda franja es la que comprende las actividades que van desde la primera hora
de la tarde, inmediatamente después del almuerzo, hasta la entrada al restaurante para la
cena. De nuevo, el tipo de establecimiento será determinante para marcar la hora de inicio
y la hora de finalización de esta segunda franja; si se trata de una empresa que ofrece
pensión alimenticia a sus clientes, la primera actividad de la tarde tendría que coincidir
con el final del último turno de almuerzos en el restaurante, normalmente sobre las tres
de la tarde, mientras que la última será la que acabe poco antes de que el restaurante vuelva
a abrir para ofrecer el servicio de cena a sus clientes.
La tercera franja es la que irá desde el final del primer turno de la cena hasta el final
de la noche, en que la hora máxima para acabar las actividades puede oscilar entre las
24.00 y las 00.30 en un establecimiento de alojamiento hotelero, y entre las 23.30 y
las 24.00 en algún tipo de empresa del grupo de los extrahoteleros.
En la mayoría de los establecimientos hoteleros, en esta última franja de actividades
se pueden distinguir dos partes, , una es la que va desde el final del primer turno del restaurante (que se puede calcular alrededor de las nueve de la noche), hasta el inicio del espectáculo, de la fiesta o de las actuaciones previstas. Este primer espacio de tiempo el animador lo puede rellenar con música
de ambiente, o de baile si lo prefiere. No se puede perder de vista el auténtico objetivo
de esta primera parte, que es retener y entretener a los residentes que ya han salido del
restaurante mientras cena el segundo grupo. Esto quiere decir que la segunda parte de
esta franja solamente se puede iniciar una vez que el último grupo haya acabado de
cenar, que normalmente es sobre las diez de la noche; ésta es la hora que se considera
óptima para iniciar la actividad estrella programada. Como consecuencia, en algunos
programas podemos encontrar que se han planificado dos actividades de noche, una de
retención y otra de acción, aunque todos sabrán que la segunda actividad es el "plato
fuerte" de la noche.
A excepción de la última franja, en otras dos, la cantidad de actividades vendrá determinado
por el número de animadores que configuren el departamento, por las instalaciones
de que disponga el establecimiento, y sobre todo por la calidad que a este servicio
quiera concederle la dirección de la empresa.


6.1.4. Las actividades paralelas

Las actividades paralelas aparecen en un programa de animación cuando se programan
dos actividades simultáneas a la misma hora. Esta situación se puede dar también en
programas simples, y no es exclusivo de los programas paralelos, donde, como su nombre
indica, se programan varias actividades a la vez. Se habla de actividades paralelas cuando
en un programa simple se ofrezcan a la misma hora dos actividades de contenidos y objetivos
diferentes, en espacios distintos. .
Una de las condiciones que tienen que cumplir las actividades paralelas es que no vayan
dirigidas al mismo colectivo; en ese caso serían incompatibles, ya que se considera que una
sería competencia de la otra. Se programan para diversificar la oferta y se dirigen a colectivos
diferentes. No tendría sentido, por ejemplo, proponer dos actividades simultáneas y que
fuesen dirigidas las dos al público infantil; lo lógico sería que una de ellas se ofreciera a los
niños, mientras que la otra se organizase, por ejemplo, para adultos.

Así pues, con el fin de diversificar se puede programar una actividad cultural a la
vez (mismo día y a la misma hora) que una actividad deportiva. También se pueden
utilizar para dar una opción de elección alternativa desde un mismo grupo de actividades:
se podría ofertar un curso de iniciación al tenis, y paralelamente un torneo de tenis, ya que los colectivos de destinatarios a los que van dirigidas son absolutamente antagónicos; principiantes y experimentados. A un principiante jamás se le ocurriría apuntarse a un torneo, de la misma forma que una persona que domine el deporte difícilmente ser plantearía la posibilidad de realizar un curso de iniciación.
La forma de reflejar las actividades paralelas en el cuadrante del programa, tal
y como se recoge en la figura 6.6, será dividiendo en dos mitades el recuadro correspondiente
al día y a la hora previstos para su realización, 10 cual se puede hacer con
una línea diagonal (también horizontal en medio del espacio) que vaya desde el vértice
superior derecho hasta el vértice inferior izquierdo, anotando en los dos espacios
resultantes cada una de las actividades propuestas.


Si realizando el análisis previo de los factores determinantes en un establecimiento
turístico se llegara a la conclusión de que un programa simple admitiera muchas actividades
paralelas, el animador se podría llegar a plantear que, en lugar de un programa simple
y cargado de actividades, se confeccionasen dos programas paralelos, que dependiendo
de las características y la tipología de los residentes, podrían ser, por una parte, un programa
de actividades para niños y, por la otra, un programa de actividades para adultos;
éste es el ejemplo más claro del inicio de la programación en paralelo, aunque pueden
darse casos en los que en las previsiones de ocupación del establecimiento no figure un
contingente suficientemente significativo de público infantil como para confeccionar un
programa paralelo, la opción podría ser uno basado en actividades deportivas, dejando
así vía libre para que el segundo programa se organice sobre la base de actividades genéricas
que incluyan también algunas para niños.

6.1.5. El objetivo estratégico de las actividades

En todo programa de animación turística cada una de las actividades que se colocan
han de responder a un objetivo en concreto, tanto es así que la forma definitiva que tenga
el programa no podrá ser nunca considerada aleatoria, ya que ha de ser siempre el
resultado de una estrategia minuciosamente pensada y organizada.
Al definir el concepto de animación turística se dijo que sus objetivos eran el desarrollo
de la economía y el fomento de la comunicación y la vida social entre todas las personas en el
establecimiento turístico, pues bien, sin perder de vista este principio, se profundiza hasta una
pormenorización de los objetivos en cada una de las actividades que configuran el programa;
así, unas pretenderán la promoción de los servicios que ofrece el establecimiento, otras la explotación
de los mismos, y otras la auto-subvención del departamento de animación, y todo ello
siempre desde un punto de vista pedagógico y social que garantice y fomente la comunicación
de las personas en todo momento. Se evita así que la importancia que se otorga a los objetivos
recaiga exclusivamente sobre el aspecto económico, que si bien es cierto que no hay que olvidado,
tampoco hay que creer ,que es el único, como con demasiada frecuencia se hace.
Las actividades de promoción son aquellas que fomentan el uso de las instalaciones o de
;' los servicios del establecimiento. Se pueden ofertar actividades en zonas que los residentes
no utilicen o las usen poco, por ejemplo. Estas zonas pueden ser desde salones, terrazas o
solariums, hasta instalaciones deportivas susceptibles de ser alquiladas por los residentes. La
promoción de espacios no tiene por qué estar relacionada siempre con las instalaciones que
se alquilan, sino que pueden igualmente promocionar otros lugares que añadan valor al establecimiento;
en este caso, el beneficio que producirán será difícilmente cuantificable o, por lo menos, más difícil de cuantificar que en las instalaciones que se alquilen.
La forma más corriente de promoción en las instalaciones de alquiler son los cursos
de iniciación, que para que sean efectivos han de ser gratuitos. En los casos restantes, las
actividades pueden ser muy variadas, ya que serán excusas para utilizar o descubrir una
parte del establecimiento.
Cuando se plantee la explotación de un espacio significará que ese espacio ya está produciendo,
pero que con las actividades programadas se incita a los residentes a utilizadas
más intensamente. En el caso de las instalaciones de alquiler, las formas más corrientes de
explotación son los concursos y los torneos, que estimulan a los turistas a que se preocupen
por una mayor preparación para afrontar con posibilidades de éxito las actividades.
Un tercer grupo de objetivos estratégicos son los que corresponden a las actividades
de autosubvención de animación: Esta autosubvención puede ser directa o indirecta.
Será directa cuando el beneficio que genera la actividad es cuantificable económicamente desde
el mismo departamento de animación, mientras que la indirecta se produce cuando el
beneficio lo genera en otro departamento que no es el de animación.
Como ejemplos de la directa pueden citar las inscripciones para los torneos, las ventas de
los videos de las actividades semanales, de actividades contratadas a empresas externas y por las
que se perciben comisiones, de entradas en algunos lugares de interés turístico, o incluso por la
explotación del merchandising del establecimiento. Mientras que de las indirectas se pueden citar
otros ejemplos, como es el caso del aumento del alquiler de las instalaciones a medida que se acerca
un torneo o después de un curso de iniciación. El aumento de las ventas de algunos elementos
del merchandising después de regalar algunos de ellos como premios en las actividades, que
aumente la demanda en el bar o en restaurante de algún producto al que se ha dedicado una actividad
de promoción, o incluso que en un espacio de nueva construcción en el establecimiento se
produzca mayor movimiento de personas desde que se realizan allí algunas actividades.

Para que sean efectivos todos estos objetivos es necesario que estén colocados estratégicamente
en el programa de actividades. No se podrán programar actividades que persigan
el mismo objetivo una inmediatamente detrás de la otra, ni todas de alta intensidad,
por lo que, de nuevo, hay que hablar de ritmo, sobre todo con respecto a la intensidad, donde
la resultante será algo diferente a la gráfica de las actividades en solitario, como se puede
comprobar en la figura 6.7.
El ritmo en los días de la semana ha de presentar una curva de oscilación en la que se
comprendan zonas de más intensidad con otras en las que haya menos, alternando días y
franjas diurnas y nocturnas.
Para determinar la intensidad de las actividades con mayor efectividad se dividirán
los días en dos partes, una que se referirá a las actividades diurnas, y la otra que atenderá
a las de noche. Esta intensidad se medirá sobre la base de tres graduaciones, a saber,
tranquila, media y fuerte (figura 6.8), siendo sus unidades de valor: 1 y 2 para el primer
caso, 3 y 4 para el segundo, y 5 para el tercero.
La intensidad ha de permitir no sólo el poder trabajar objetivamente el interés de los
destinatarios, sino que a su vez ha de posibilitar la estructuración de responsabilidades en
la realización de las actividades, horarios e intervalos entre las actividades y, finalmente,
también la distribución de los días de fiesta de los animadores. Gracias al control de la
intensidad, se podrán distribuir de forma equitativa las actividades de realización más
compleja con las más sencillas, evitando que recaigan sobre una misma persona las más
difíciles o fatigosas, mientras que las más agradecidas sean responsabilidad de los otros;
por tanto, el objetivo de la intensidad también será conseguir el equilibrio de los recursos
humanos y la motivación de todo el equipo.


6.1.6. El programa de actividades infantiles o mini club

6.2

El mini club es el programa de actividades dirigidas exclusivamente al público infantil.
Es normalmente la primera expresión de programas paralelos dentro de los establecimientos
turísticos, y su creación se plantea en empresas en las que el potencial infantil
es considerable. Existen también establecimientos turísticos de alojamiento
especializados en familias, donde la creación del mini club es una petición específica
que el empresario hace a su equipo de animación, como es el caso de un gran número
de aparthoteles del ámbito vacacional. En estos casos, la programación infantil es prioritaria,
más allá del potencial detectable, es una herramienta de diferenciación del producto en el mercado.
Las características de las actividades en estos programas, al igual que su división tipológica,
son las mismas que se dan en las actividades de los programas para adultos. Aquí
también se van a ver actividades lúdicas, actividades deportivas y actividades culturales,
todas ellas con un componente pedagógico y educativo trabajado a fondo, posiblemente
con más profundidad que en el programa general.
Otra de las constantes que irán apareciendo en las actividades del mini club es la adaptación
de las mismas a las edades de sus destinatarios. Las actividades en sí podrán ser las
mismas, utilizando muchos espacios comunes a otros colectivos, pero siempre adecuándolas
a las posibilidades de las edades a las que se dirigen.
Si el potencial de asistencia es elevado, se puede dar el caso de segmentar aún
más este programa paralelo, es decir, subdividiéndolo a su vez en otros pequeños programas,
creando grupos basándose en las edades de los niños. Si se tiene en cuenta
que la edad inicial se calcula alrededor de los cinco años, el primer grupo podría ser
el de cinco y seis años de edad, el segundo de los siete a los nueve, el tercero de diez
a doce, y el cuarto a partir de doce. Para distinguidos entre ellos, a fin de facilitar la
identificación de los mismos sin poner en riesgo la motivación de los niños, se suele
poner nombres a esas franjas de edad: por ejemplo, los Kids, los Kadets, los Snoopies, etc. .
Para cada una de las franjas de edad se programarán diferentes tipos de deportes, así
como talleres de manualidades, talleres de juegos, actividades lúdicas de todo tipo, o incluso
pequeños talleres de interpretación y también de espectáculos. Además, y sin tener
que llegar a la franja horaria nocturna, también se programan fiestas de discoteca especialmente
adaptadas.
Dependiendo de las características físicas del establecimiento y de la cantidad y calidad
de sus instalaciones; algunas de las actividades del mini club se podrían llegar a llevar
a cabo en los espacios donde se realizan para los adultos; como es lógico, se programarían
en un horario diferente o en días distintos para no hacer coincidir a los dos colectivos
en el mismo espacio.

6.2. Creación de programas

La finalidad de este último apartado es establecer una metodología del proceso de
creación de un programa simple que sea la base sobre la que se pueden llegar a edificar
los programas paralelos. Para lograr este objetivo, se divide el contenido en una serie
de pasos que son los que el animador ha de seguir para crear la rueda semanal de actividades.

6.2.1. Pautas metodológicas del proceso

Es imprescindible que antes de afrontar el papel en blanco de la acción creadora, se
tenga en cuenta que se tendrán que aplicar muchas de las partes analizadas hasta el momento
en esta obra. Llega el momento ahora de utilizar las herramientas que se han ido comentando
y darles forma en un proyecto. En la figura 6.9 se pueden observar los pasos metodológicos
a seguir para crear un programa de actividades. A continuación se describen y
analizan todos ellos.

1. El análisis de los factores. Para iniciar cualquier tipo de creación el primer paso
consiste en analizar las circunstancias. En este caso son los factores determinantes
que se vieron en el capítulo 4: el entorno, los recursos físicos, la tipología de
usuarios, el empresario y los recursos humanos. Pero además de ellos se tendrá
que saber si existe en la empresa algún archivo histórico, es decir, si ha habido un
contacto o algunas experiencias previas con la animación turística y cuáles fueron
sus resultados.
2. Procesamiento de la información. Una vez recopilada toda esta información se dará
paso a su procesado, esto implicaría colocar en orden esta información, analizarla
y empezar a sintetizarla, tomando conciencia de cuáles son los puntos clave y
las exigencias de cada una de las partes. Se tratará de un ejercicio de síntesis que
el animador turístico tendrá que hacer. Supone, por tanto, un diagnóstico que tendrá
que llevarse a cabo basándose en las investigaciones realizadas.
Se aconseja que en primer lugar se haga una lista que resuma las conclusiones
a las que se ha llegado una vez analizada la situación. Esta lista ha de representar
las dificultades y los objetivos principales que perseguirá el programa, por ejemplo,
el número de animadores, las contrataciones exteriores, señalando el día de
la semana, los cambios mayoritarios de la semana y las características de las personas
que cambian, y la propuesta de los días de fiesta de los animadores, junto
con las peticiones específicas y las imposiciones que haya podido hacer el empresario.
Con toda esta información se pasará al punto siguiente.


3. Redactado de directrices el punto anterior se trataba del ejercicio de síntesis,
en éste se va a tratar de redactar, plasmar por escrito los aspectos esenciales
a los que en él se llegó. Aquí se confecciona la lista definitiva y ordenada de todo
lo que se tendrá que tener en cuenta durante el proceso de creación del programa.
Este redactado se ha de hacer por escrito en una hoja aparte ya que ha de servir
para ir consultando a medida que se avanza en la parrilla.

4. Creación de la parrilla: días y horas. Delante de la figura en blanco de la parrilla se
tendrá que comenzar colocando los días de la semana; seguidamente las horas de
inicio de cada una de las actividades en los recuadros de los márgenes izquierdos.
Se recuerda que los horarios dependerán de los que tenga marcados previamente el
restaurante, y que el número de actividades de cada una de las franjas dependerá en
gran medida del número de animadores con que cuente el departamento.
El próximo paso será colocar el día de cambio que se haya decidido en el punto
segundo, en el procesamiento de la información. Definido el día de cambio, ya se
puede pasar a marcar en la parrilla los días libres de cada uno de los animadores. Con
el objetivo de facilitar la confección del programa, se propone que esos días previstos
se señalen junto a las noches en la parte inferior externa de la parrilla; es una
manera efectiva de tenerlo en cuenta para descargar la complejidad de aplicación de
las actividades en los días en que falte algún miembro del staff y aprovechar así la
circunstancia para colocar alguna contratación exterior, si se cree oportuno.

5. Las actividades nocturnas. Es el momento de empezar a colocar las actividades en
La parrilla; para ello se comenzará por las noches, ya que son las que marcan el
tema del día, además de que también son el objetivo final de los esfuerzos del día
y de las actividades que más público atraen.
Para la confección de los pasos 5, 6 y 7 de este esquema metodológico, se seguirán
las mismas directrices que se describen ahora, y serán válidas para los tres
pasos: la primera actividad de noche que se coloque en la parrilla corresponderá
a la noche del día primero del esquema de orden. Es la noche de bienvenida, pero
se ha de evitar designarla así; es aconsejable optar por nombres menos comprometidos,
como por ejemplo utilizar el del establecimiento. No será necesario dar
a conocer que es una noche de bienvenida, porque para los clientes que no hayan
llegado ese día puede suponer algún tipo de agresión a su sensibilidad, aunque sea
leve. El resultado podría ser "La noche del hotel Barcelona", en el supuesto de
que sea ése el nombre del establecimiento. El contenido de la fiesta será el propio
de una estructura de bienvenida, con sus elementos de integración e interrelación.
Una vez decidida la primera noche, el próximo paso va a ser un retroceso en
el orden de las noches para colocarse en la número siete. Si se retrocede a la noche
siete de la programación se llegará a la noche más intensa de toda la rueda semanal,
es decir, que tendrá que ser la más espectacular, o por lo menos la que más
capacidad de motivación e interés aporte a los residentes. Hasta hace poco tiempo
la actividad reina en esta noche eran los espectáculos de flamenco; sin embargo, la
tendencia en los últimos años se decanta hacia otras actividades, aunque en el caso
de que continúe siendo flamenco, éste deberá ser de muy buena calidad. Lo que
está dando muy buenos resultados son las actuaciones mixtas de animadores y
algunos clientes, a condición de que estos últimos se hayan elegido meticulosamente
de entre los grupos de residentes del establecimiento. Eligiendo a determinadas
personas populares entre pequeños grupos de turistas se consigue el efecto
imán que ellos mismos ejercen en su reducido grupo de influencia. Este efecto que
se consigue es altamente motivador ya que el interés de los grupos por las personas
que están en escena es grande.
Continuando con la colocación de actividades en la parrilla, se saltará ahora a
la noche número dos. La intensidad de esta segunda noche es media, y además ha
de servir para reafirmar la confianza que se ganó en la noche más tranquila, la
número uno. El contenido de esta segunda, aparte de la música para bailar, es interesante
que incluya juegos del tipo de los de integración, de baile, y sobre todo del
grupo de los dinamizadores (Puertas-Font).

La tercera noche del programa tendrá que ser una noche de intensidad fuerte.
Como es la primera intensidad fuerte de la rueda, puede estar basada en los
residentes que llevan más tiempo en el establecimiento; esto quiere decir que podría
ser perfectamente una pequeña fiesta de elecciones de las denominadas fiestas
competitivas normales, en las que participan de 4 a 6 personas y que compiten para
ser elegidos los personajes más simpáticos o populares del establecimiento. Su base
estará en lograr dirigir a todos los asistentes a esta actividad a partir de ese escaso
número de activos. La consecuencia será una noche de alto dinamismo con un
gran poder de fidelización en todos los asistentes.

6. Las actividades de las tardes. Una vez colocadas todas las actividades de noche, será
mucho más fácil continuar el proceso con las actividades de tarde, concretamente con
la actividad que se propone antes de la actividad de noche. De esta manera, se podrá
equilibrar la intensidad de los espacios y la tematización; así también será más fácil
tematizar un día, ya que el tema siempre lo marca la actividad de noche. Por ejemplo,
si se programa un espectáculo de flamenco por la noche, se podría tematizar el
día realizando por la tarde un cursillo de sevillanas seguido de un taller de coctelería
en el que se pueda aprender a preparar una sangría y degustarla posteriormente.
La secuencia de organización de las actividades de la tarde se basa en la manera
que se indicaba en el punto anterior, es decir, empezar por la tarde uno, volver
a la siete y saltar luego a la dos para seguir con toda la secuencia hasta el final.
Ahora vendrá muy bien la anotación que se hizo en su momento de los días de
fiesta de los animadores, para así poder descargar la intensidad de organización
de cada una de las actividades.
Se aconseja también que, antes de decidirse por una actividad u otra, se haya
realizado una lista, lo más amplia posible, de las actividades susceptibles de ser
programadas, para así ir decidiendo cuál de ellas va a pasar finalmente al programa.
Con este sistema tan simple se evitará estar escribiendo y tachando continuamente
las posibilidades en las casillas de la parrilla. De la misma manera que en
las noches se aconsejó tener en cuenta el esquema de intensidades recogido en la
figura 6.8, aquí se hace igualmente necesario.

7. Las actividades de las mañanas. Como la franja horaria laboral resulta ser bastante
amplia, hay pequeños detalles que se pueden tener en cuenta para no cargada más de
lo necesario. Una de estas acciones es designar la preparación del día o la primera actividad
a la persona del departamento que más temprano acabó su turno el día anterior.
Para esta franja también será aconsejable confeccionar primeramente la lista
de posibilidades de la misma manera que se hacía en la franja anterior. Hay una
cierta tendencia a relacionar las actividades de la mañana con actividades de ejercicio
físico; muchas veces este resultado se debe a una operación de mimetismo, o
también a causa de una imposición. Hay que ampliar la visión y pensar que la
opción no siempre está en una actividad física, sino que hay otras muchas posibilidades.
Con esto no se quiere decir que no hay que programar actividades físicas
por la mañana, ni mucho menos, lo que se pretende es abrir la franja horaria y
situar estas actividades en otros momentos del día. Aunque al final se acabe programando
este tipo de actividades en la franja matutina, es absolutamente lícito,
sobre todo si es fruto de un estudio y una investigación profunda, como se verá.

8. La revisión final. Una vez rellenada toda la parrilla, y antes de dar como válido el
programa confeccionado, se tendrá que revisar concienzudamente que todas las
actividades se adapten a las directrices redactadas en el tercer punto.
La forma de hacerlo será en consenso con todos los miembros del staff presentes
en el establecimiento en ese momento, para repasar los seis puntos que conducirán
a la validación final de la propuesta de actividades (cuadro 6.1).

CUADRO 6.1. Puntos de validación del resultado obtenido

1. Que se cumplan objetivos, peticiones y parámetros.
2. Que se cuente con el material genérico necesario.
3. Que los espacios sean adecuados a las actividades.
4. Que la temporalidad sea viable.
5. Que la distribución de horas sea factible.
6. Que las responsabilidades otorgadas sean asumibles.

En primer lugar, se revisará que los objetivos, peticiones y parámetros marcados
se cumplan. Seguidamente, se repasará el material genérico del que se dispone
para confirmar que se corresponde con el que se necesitará. En tercer lugar,
se dará un repaso a los espacios donde se van a aplicar las actividades para comprobar
que, efectivamente, sean adecuados para acoger las actividades programadas.
A continuación se comprobará la viabilidad de la temporización de todas
ellas, seguida de la distribución de las horas otorgadas, en función también de la
disponibilidad de los animadores. Para acabar con el análisis de la responsabilidad
que tiene que asumir cada uno de los miembros del staff, y que ha de estar en relación
con sus capacidades y con las actividades que tienen que realizar.
Al final de este último análisis, y después de rectificar lo que haya sido necesario para adecuar el programa a las posibilidades reales del establecimiento y del departamento, se dará como válido y definitivo el programa de actividades creado, pasando a la próxima fase de la confección del proyecto.

6.2.2. Caso práctico; de la teoría a la práctica

Una vez revisados y analizados someramente los contenidos de los programas de animación
turística, la última parte que resta por afrontar es el estudio de un caso práctico
donde poder hacer un seguimiento y un análisis de todos los puntos y pautas tratados hasta
el momento, y ver cómo todos ellos se traducen y se aplican en la práctica.
Con este objetivo se ha confeccionado un caso práctico, que si bien está basado en
hechos reales, también hay que considerar que el estado actual de la evolución del concepto
de animación turística en ese establecimiento, ya no es el que era, y la situación que
queda reflejada en el programa de animación del cuadro 6.2 no corresponde al estado
actual de este hotel. La visión que tiene la empresa ya cambió, hoy día ya no es la misma
gracias a ese contacto con profesionales de la animación. A pesar de todo, puede perfectamente
considerarse que el estado de evolución en el que se encontraba el empresario
en el momento previo a la experiencia, corresponde al mismo en el que muchos empresarios
se encuentran todavía en la actualidad, por lo que se considera que el caso continúa
siendo válido y está vigente.
Más allá de esta contextualización temporal, el ejemplo sirve perfectamente para
comentar el contenido, detectar sus elementos, poderlos identificar y contrastados con
una situación ideal, que es el auténtico análisis que se afronta a continuación.

6.2.3. Análisis de las circunstancias

Se ha hecho ya el análisis de los factores determinantes, igualmente se han realizado ya
la entrevista con el empresario y la revisión de los espacios y del material existente; se ha
hablado también con los responsables de los demás departamentos del establecimiento para
recopilar todo lo que ha de ser necesario para establecer las pautas generales del programa.
Toda esta información se ha procesado ya, y lo que se tiene delante es la redacción de
las directrices que marcan el programa que sigue.

Directrices

1. Hotel de 4 estrellas en la costa catalana, temporada de verano.
2. Situado en zona tranquila y muy cercano a la playa.
3. Equipo de tres animadores.
4. Tipología muy variada en cuanto a nacionalidades y edades.
5. Día de cambio, dos posibilidades:
v Sábado, vuelos con un gran touroperador alemán que transporta muchos turistas jóvenes.
v Martes, dos touroperadores suizos especializados en familias con niños, cambian con autocares.
6. Día de fiesta impuesto por la dirección para los tres animadores, el sábado.
7. Dos contrataciones exteriores ya cerradas:
v Miércoles, una disco móvil.
v Viernes, un cuadro flamenco.
8. El establecimiento cuenta con un equipo de música profesional.
9. El espacio dinamizador (la pista de baile) está marcado con luces psicodélicas.
10. Hay un escenario levantado con cuatro cuartos frontales, dos a cada lado.
11. Se detecta que el empresario se estrena en la segunda categoría: le obligan a tener
animación pero no cree en ella, sus experiencias no han sido muy positivas. Lo que
realmente le interesa es "el beneficio económico y, si puede ser inmediato, mejor".
12. Las instalaciones deportivas se reducen a dos pistas de tenis.
13. Dos mesas de billar en la cafetería interior.
14. Cuenta también con un pequeño parque infantil con algunas mesas fijas.
15. Terraza solárium amplia con el típico "chiringuito" de madera y brezo.
16. Dos piscinas: una profunda y otra con desnivel. Hay una tercera y redonda para
niños pequeños.
17. Uno de los espacios interiores es una sala de proyecciones para cien personas.
Una vez acabado todo el proceso de creación se libró al empresario el siguiente programa
de actividades, que constituyó en el eje del proyecto de animación que se aplicó en
el hotel (cuadro 6.2).

6.2.4. Las franjas horarias

El programa se articula finalmente en cuatro franjas horarias, siempre teniendo en
cuenta los horarios marcados por el departamento de restauración. La primera franja de
actividades comienza cada día a las diez de la mañana. Se decidió también que algunos
días se harían actividades paralelas, concretamente los lunes, los miércoles, los jueves y
los domingos. Se atiende así a una petición expresa, hecha por el empresario, que quería
que, debido a la cantidad de gente joven que frecuenta su establecimiento, hubiese muchas
actividades físicas por la mañana. Se propone también una segunda hora dentro de esta
primera franja, a las once de la mañana, en la que dan comienzo las actividades deportivas
más lúdicas y los juegos de piscina de los martes, dirigidos a adultos, y los del domingo,
en que los activos eran grupos familiares completos, realizando las mismas estructuras
de juegos que los niños.
Todas las actividades de esta primera franja finalizan antes de las 12.30, lo que significa
el inicio del primer turno en el restaurante. No se oferta ninguna otra actividad hasta una
vez finalizado el segundo turno de almuerzos, que empieza a las 14.00 horas. Se pensó que
las 15.00 era una buena hora para iniciar la segunda franja de actividades, que se dedica exclusivamente
al público infantil. Sin llegar a crear un programa paralelo para niños, sí se ha establecido
una franja exclusiva para ellos, cuyo centro de acción se ubica en el parque infantil,
que se ha cubierto con una gran lona para proporcionar sombra a esas horas del día.

La tercera franja de actividades da comienzo a las 16.30, y algunas veces puede transcurrir
paralela a las actividades infantiles que aún se estén realizando. Esta franja se dedica
a una gran variedad de actividades, desde las puramente lúdicas (como los juegos aperitivos
y el bingo), hasta alguna con una carga cultural importante (el caso de la biblioteca
y el cúrso de idioma español) u otras puramente deportivas (como el tiro con carabina).

La cuarta franja es evidentemente la nocturna. Aunque en el programa se señala claramente
que todas las actividades de la última franja empezaban a las diez de la noche, la
música ambiental siempre lo hará a las nueve, una vez que se hayan instalado todos los
requisitos técnicos que la noche precise, desde el equipo de sonido, el decorado, la iluminación
o hasta el material específico que se necesitará para la actividad. Cuando todo
esté colocado en su lugar y funcionando, los animadores aprovecharán para ir a cenar y
prepararse para la última actividad del día.


CUADRO 6.2. Programa de actividades para un hotel de costa en temporada estival

6.2.5. El día de cambio

Para el día de cambio también hubo algunas discrepancias. Por una parte, los animadores
argumentaron que tomarse el día libre haciéndolo coincidir con el día que más personas
salían y entraban al establecimiento no era la forma más correcta de afrontar la
situación; pero el empresario declinó la propuesta argumentando que "sólo faltaban los
animadores en medio de la masa de gente pululando por el hotel". No hubo manera de
convencerle de que aportaría muchos más beneficios el hecho de que estuvieran los tres
en activo recibiendo a los clientes y haciendo mucho más fácil para todos el transcurso de
ese día en el hotel.
Una de las consecuencias de esta imposición fue que se hizo necesario articular el programa
en función de dos días de cambio, puesto que la actuación contratada para el viernes
por la noche pretendía ser el punto final de la estancia de muchos turistas en el establecimiento.
Este hecho, junto a que la mayor parte de las personas que cambiaban el
sábado fuese gente joven o familias jóvenes, definieron algunas de las actividades clave
que luego se comentan. El segundo día que se consideró de cambio fue el martes; a partir
de ahí se adaptaron las actividades del día 2 y del día 7 en función de las personas que
cambiaban, es decir, de las familias con hijos generalmente menores de edad.

6.2.6. Actividades articuladas en función del martes como día de cambio


Desde el punto de vista de los recién llegados es posible que pase desapercibido el
objetivo de los Juegos aperitivos que en este día se inician a las 18.00 horas (cuadro 6.3).
En principio, van dirigidos en la gente joven del cambio del sábado, que ya han entrado
en la rueda de participación en las actividades de animación turística. Así, los participantes
activos ya conocen la dinámica, por lo que la asistencia está asegurada, pero hay algo
más en la intencionalidad de esta actividad: se pretende despertar el interés y llamar la
atención de aquellas personas que han llegado el martes; es decir, esta actividad tiene una
doble función: por un lado, satisfacer a los residentes que ya están establecidos y, por otro,
fomentar las expectativas que puedan traer intactas los recién llegados.

La segunda actividad programada en función del martes es la de Noche de bienvenida,
que en este caso no se ha escondido su objetivo bajo otro título. Se puede considerar
que es la primera actividad dirigida directamente a los que acaban de llegar. No habrá
otra actividad que presenten tal "frontalidad" hasta el próximo día por la tarde con Presentación
del personal, en la que se pretende mostrar todo el establecimiento, sus departamentos
y las personas que trabajan en cada uno de ellos, haciendo hincapié en los servicios
que ofrecen. La razón de no programar ninguna actividad durante un día entero
desde la llegada, de los turistas responde a la necesidad de no entrar en competencia con
los guías representantes, a los que se ha de dar tiempo para que realicen sus cócteles de
bienvenida sin ningún tipo de interferencia. A partir de la tarde del segundo día, se considera
que ya han tenido tiempo suficiente y, por tanto, se podrán programar actividades
frontales.
Después de la presentación del personal, se programa el Curso de lengua española,
para que puedan practicar con preguntas simples en el bar, en recepción o en el restaurante.
Paralelamente tiene lugar el Servicio de biblioteca, que se alargará un poco más que
el curso, para dar tiempo también a los participantes de la primera actividad a que puedan
acudir a revisar los libros que se ofrecen en préstamo.
Volviendo atrás hasta el lunes, se puede observar que a las 18.00 horas se programa
una actividad denominada Vídeo semanal. Se tratará de reunir a las personas que salen al
día siguiente para proyectar un vídeo que puede convertirse en un recuerdo de sus vacaciones,
ya que se ha ido grabando a lo largo de toda la semana y recoge los mejores momentos
de esos siete días. Se trata de un montaje con una primera parte que es siempre igual:
una visión panorámica del municipio turístico y del establecimiento, seguida de unos quince
o veinte minutos de pequeños cortes que se añaden a la primera parte. Son tomas que
se han ido haciendo durante la realización de las actividades de toda la semana. El resultado
es un recuerdo perfecto a un precio módico y asequible que ha de permitir la subvención
del departamento de animación.
El Bingo de las 16.30 del martes también va dirigido a las personas que abandonan
el establecimiento ese mismo día. Es otra actividad que se puede considerar como de .;
subvención, aunque ésta sea indirecta. Su horario es clave y la razón por la cual se ha
colocado a esa hora es porque el tour-operador viaja con autocares que llegan de mañana
al municipio repartiendo a los nuevos turistas en los establecimientos destinados. Una
vez acabado el recorrido, los conductores descansan y acondicionan los coches para volver
a recoger a sus clientes, aproximadamente a partir de las 18.00. De todo esto se desprende
que a las 16.30 será la última actividad a la que podrán asistir mientras esperan
que vengan a recogerlos para iniciar el viaje de vuelta. El bingo es naturalmente gratuito,
pero va dirigido exclusivamente al público infantil. Cada niño tendrá derecho a un
cartón, tenga la edad que tenga, y si es menor los padres podrán jugar el cartón por él.
El premio a la línea es una camiseta con el logotipo del hotel, idéntica a las que se regalan
como premio en las actividades, y también es idéntica a las que se venden en el mostrador
de recepción. En total, se regalan cuatro camisetas en esta actividad. Una vez finalizado
el juego las familias se dirigen a recepción a esperar los últimos momentos hasta
que los autocares pasen a recogerlos; también será la última oportunidad para aquellos
que no hayan podido conseguirla, pues pueden hacerla ahora ya que las camisetas están
expuestas y con el precio indicado al lado.
La venta de las camisetas en ese tiempo de espera también puede considerarse como
un beneficio generado por el departamento de animación a través de su programa de actividades.

6.2.7. Actividades articuladas en función del sábado como día de cambio

Los Ensayos de la tarde del jueves y la Fiesta de envergadura de la noche de ese mismo
día son actividades relacionadas con el cambio del sábado (cuadro 6.4). Al no tener
opción de dejar la fiesta de envergadura para el día anterior del cambio, puesto que está
ocupada por la Noche de flamenco, se propone dar al jueves el trato de noche grande que
habría de tener el viernes; así es lógico que la actividad anterior sea la dedicada a ensayar
la puesta en escena que se hará por la noche.
Otra gama de actividades relacionadas con el día de cambio son los Cursos de iniciación
y los Torneos de tenis y de billar. La iniciación, que va dirigida a un público que no
tiene ningún tipo de experiencia en ese juego o deporte, tendrá que ser obligatoriamente
gratuita, de lo contrario tendría poca aceptación; si resulta atractiva es precisamente
porque es gratuita. Se han de realizar lo antes posible (con respecto al día de llegada),
para que de ese modo las personas que han aprendido durante el curso de iniciación puedan
practicar a lo largo de toda la estancia, amortizándose así no sólo la actividad, sino la
instalación, ya que cuando deseen practicar tendrán que alquilarla.
Por otra parte, los torneos siempre se programarán lo más cerca posible del día de
salida de los turistas, para fomentar así que practiquen durante su periodo de vacaciones
en el establecimiento. El colectivo al que va dirigida esta actividad no es el mismo que el
de los cursos. Estas dos actividades van dirigidas a públicos antagónicos, y en ningún caso
al mismo grupo, por lo que para buscar el porqué de primero el curso y después el torneo,
la respuesta no está en que así los que han aprendido tendrán tiempo de practicar,
sino en que con las dos actividades se induce a los dos segmentos de público a utilizar las
instalaciones (no se puede olvidar que son de pago), por tanto, se responde al objetivo
que define a la animación turística cuando se afirma que ha de dinamizar la economía del
establecimiento.

CUADRO 6.4. Actividades afectadas por el día de cambio en viernes


6.2.8. El día de fiesta de los animadores

Las razones y justificaciones que obligan al hecho de que los animadores no puedan aceptar un único día de fiesta común para todos y, además, que éste sea precisamente el día de cambio, serían las siguientes:

1. Si se toman el mismo día de fiesta todos juntos, el ritmo del programa se verá gravemente
afectado, y se perderá mucho trabajo y mucho esfuerzo realizado hasta
momento; esto representa un día de paréntesis, que es excesivo para una estancia
en la que la media de permanencia son siete días.
2. Además de repercutir en el ritmo, influye también negativamente en las relaciones
que se han establecido con los residentes y como nexo de unión entre ellos.
3. Los residentes pueden adquirir otros hábitos que los separen del ámbito relacional
que se pretende crear en el establecimiento y, si esto ocurre, son prácticamente
irrecuperables, ya que no hay tiempo material de recuperación.
4. Si el animador no está en el momento de la llegada, se pierde la posibilidad de establecer
el primer contacto a nivel humano, hecho que se considera crucial.
5. Se pierde también uno de los momentos más humanos de la relación con los clientes,
que es la despedida. En muchísimas ocasiones los animadores que no estén de
servicio volverán al establecimiento solamente para despedirse de los clientes, que
en ese momento habrán pasado a ser amigos, ya que las relaciones que se establecen
son sinceras.
Las razones son tan consistentes que resulta inaceptable esa decisión de forma unilateral,
que con toda seguridad está provocada por el desconocimiento de las posibilidades
que puede aportar un buen trabajo de animación turística.

6.2.9. Noches con contrataciones exteriores

En esta propuesta se distinguen dos contrataciones exteriores que ya estaban previamente
concertadas: una para el miércoles y otra para el viernes. La primera es la del miércoles,
Disco móvil, a la que se le ha añadido una actividad complementaria de dinamización,
el Quizz musical, juego rápido basado en identificar temas, compositores, grupos, etc.,
a partir de escuchar una canción. Además de dinamizar cooperando con el técnico, se podrá
aprovechar el juego para promocionar algún tipo de producto del merchandising o del bar,
regalando algunos de ellos a cambio de publicitarlos, e incitar a la compra.
El quizz en sí resulta una actividad que dinamiza a todos los públicos en general, y
además es muy fácilmente adaptable a tipologías bien diversas.
El viernes se ha aprovechado para "tematizar" la tarde a partir de la actividad de la
noche. Comenzando por un Curso de flamenco, en el que se va a tratar de aprender unos
pasos de rumba y de sevillanas, que podrán ser practicados por la noche al final de la actuación.
La segunda actividad tematizada es la de las 18.00 horas, la Demostración gastronómica,
en la que se aprenderá a hacer una sangría y un gazpacho, que podrán ser degustados
más tarde.
Llegada la noche, y en el tiempo de los entreactos de las actuaciones, los animadores
aprovecharán para enseñar a los turistas cómo se bebe vino en porrón, dedicándose a dar
de beber a las personas que quieran probar la experiencia. De esta forma también contribuirán a crear un ambiente de fiesta durante una actividad espectacular, pero que puede
resultar algo más sedentaria.

6.2.10. Conclusiones del caso

En la realización de la experiencia se respetaron todas las peticiones y requisitos
previos:
.Se asumió con éxito el objetivo de dinamizar económicamente el establecimiento,
aun a riesgo de resultar demasiado "comerciales".
. Los resultados de autosubvención fueron espectaculares.
La aceptación de las actividades de autosubvención por parte de los destinatarios fue excelente.
Las relaciones establecidas con los residentes y el clima social creado en el establecimiento fueron también calificados como excelentes.
El clima laboral que se llegó a crear fue muy intenso, sobre todo después de algunas colaboraciones y de la actividad de "presentación del personal".
El empresario entendió bien lo importante que es para su empresa contar con un
buen proyecto de animación turística.
El empresario comprobó lo que la animación turística puede aportar a su establecimiento.

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